viernes, 21 de noviembre de 2008

¡VAMOS AL TITTY TWISTER!

Dicen que si uno va a Monterrey y no come cabrito, no fue a Monterrey. Así que nos dirijimos (y digerimos) hacia El Rey del Cabrito (iñor), donde nos hartamos de carne hasta casi desfallecer.
El lugar estaba bastante curioso, barroco, diría la Niña Rana.
A mí me recordó al Titty Twister, esa cantina-antro-table en el que transcurre la igualmente barroca y divertida película de vampiros From Dusk Til Dawn, de Tarantino y Robert Rodríguez.
Yo me quedé esperando a que saliera la monumental Salma a bailarme con su serpiente y darme de tomar cerveza con su pie (como en la película, no vayan a creer que a mi se me ocurren solito esas cosas...bueno...), pero nunca salió a escena.
Creo que hoy sí me proyecté...

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