Aunque usted no lo crea, mi madre es la persona que está debajo de la capucha de “Máscara Año 2000”, aplicándome una dolorosa llave. Detrás puede usted notar parte de la parafernalia que adornaba mi cuarto hace un par de años.
Aunque enrollarse con vendas para aparentar ser una momia debe ser divertido, mi rostro denota lo contrario (debo haberme dado cuenta de que mis calzoncillos se encontraban expuestos). Y ese gato (mi hermana) no da mucho miedo que digamos…