miércoles, 6 de abril de 2011

EL SUBMARINO AMARILLO

Cansada de maquilar calzado de imitación veinte horas diarias, tomó de la mano a su hermanito, aprovechó el descuido del guardia en turno, cruzó el cuarto de máquinas, donde los marineros dormían borrachos, subió la escalera y abrió la escotilla.

El Mar de China los ahogó de libertad.