jueves, 25 de junio de 2009

CAMINANTE LUNAR

Desde hace unos dos años decidí resetear este blog y en vez de usarlo para escribir cosas deprimentes, preferí volverlo una especie de álbum personal en el que sólo hablaría de las cosas más divertidas y agradables de mi vida.

Hoy será la excepción.

Acabo de colgar el teléfono. Del otro lado estaba mi querida Pucca, realmente triste por la muerte de Michael Jackson (a quien tuvo oportunidad de ver en su gira Dangerous, hace mil años) .

Eso me acabó de desbaratar, pues sin ser un megafanático de Jacko, toda la vida me ha gustado mucho su música, y en meses recientes he agarrado la costumbre de escuchar canciones suyas en el trabajo. Lo chafa es que en mi lugar de trabajo todo mundo agarró la noticia de cotorreo y de forma divertidamente cruel. Creo que nadie se acordó de que Jackson tiene tres hijitos.

También me llega el recuerdo de un par de amigas de la adolescencia, fanáticas del Rey del Pop. Imagino estarán despedazadas. Y también recuerdo cómo me gustaba jugar el arcade de Moonwalker con mi hermana (de hecho, de vez en cuando lo juego en las maquinitas del Metro Insurgentes y sigo disfrutándolo a lo bruto).

Le decía a Pucca que ya sé cómo se sintieron los seguidores de Elvis o de Lennon al momento de su muerte. De este tamaño es Michael Jackson, con todo y sus enormes broncas y errores.

Ahora voy a ver a mi niña rana, pues la verdad ambos necesitamos de un abrazo. Qué le vamos a hacer....somos terriblemente cursis.