miércoles, 14 de enero de 2009

PARRILLADA TRUCU


Mi queridísimo Trucutú (omitiremos su nombre real, más no su rostro por cuestiones humorísticas) tuvo a bien invitar a los amigos de la prepa Vane, Mau (el que parece menonita) et moi a una parrillada en casa de su novia Erika.
La cuestión involucraba un viaje a las lejanas tierras de Mordor...err, perdón, Toluca, donde reside la dama en cuestión.

El punto de reunión era bastante fácil de localizar (una casa enfrente de una pared con Bob Esponja pintado), así que despúes de tomar nuestro camión y un taxi que se aprovechó de nuestra facha de suecos (nos cobró como el doble de lo que debía), llegamos al agasajo que organizó Trucu.

Además de descubrir las bondades de las carnes (me refiero a las asadas) de Trucu (chef extraoirdinaire), unas cebollitas, chorizo (claro, toluqueño) y un par de bebidas espirituosas, descubrí que tengo la mala costumbre de sentarme en las piernas de mis amigos y amigas (de esa forma se asegura una sonrisa, y un lugar central en la foto). Ahí les paso el tip.

Gracias al buen Trucu y su chica por tan agradable comilona.

EL LALGO LEGLESO A CASA

Tlas el vencimiento de su pelmiso de lecidencia en México, señolita Pucca tenel que dejal el país solplesivamente.

Ayel he lecibido una postal de ella, posando celca de la estatua de Bruce Lee, en el distlito más peligloso de Hong Kong.

¡Leglesa ya Pucca! Se te quiele...

EN EL NEGOCIO SANTERO


La niña rana y su atento servidor aprovecharon las vacaciones para conocer la cafetería de El Hijo el Santo, ubicada a escasos pasos del Metro Patriotismo.
El lugar es pequeño (5 mesas o algo así), casi todo el mobiliario es plateado, y los cafés están ricos y a buen precio, considerando la zona (La Condesa). Un cafecillo helado, acá grande, rico, unos 25 pesos. Nada mal.
Al lado tienen también una pequeña tienda en la que venden playeras, gorras, bolsas y demás parafernalia santera. A los pocos días tuvimos chance de pasar a las oficinas del Hijo del Santo, ubicadas en la planta alta, donde hay fotos muy chidas así como cuadros pintados por el hijo del famoso Rodolfo Guzmán (aka El Santo).
Y claro, cómo olvidar la máscara que mandé hacer en exclusiva para mi gigantuna (me gustó la palabra) cabeza.