
En la cafetería "La vaca negra", justito afuera de la estación de Metro Centro Médico, ofrecen estos monstruos de 30 cms.
Desde hace mucho tiempo tenía la curiosidad malsana de probarlos, pero no fue sino hasta que Eli (que en la foto parece disfrutar por adelantado de mi indigestión) me empujó a probarlo.

La tarea fue sumamente difícil, y a pesar de todo, ambos terminamos completamente con tan saludable entremés, que además iba acompañado de papas.
Sinceramente, no sé como sigo vivo...
*En la segunda foto, aparezco tomando un ligero descanso, antes de atacar de nuevo.