En el verano antepasado me atreví a disfrazarme de Jedi para ir al estreno de la última película de Star Wars. Cabe mencionar que vestirse así y tomar un micro desde la Defensa Nacional para llegar hasta Mundo E fue una experiencia bastante bizarra (¡Eso es ser hombre, carajo!). Lo más chido fue que un buen de chavitos en verdad creían que yo era un Jedi (¡!). Aquí poso junto a otro nerd que me encontré en la fila de entrada. Las miradas ese día se dividieron entre la admiración y la pena ajena. El numerito lo volví a repetir hace unos meses, en una convención de Star Wars en el WTC.
May the Force be with you...
2 comentarios:
jajajajajajaja no importa cuántas veces cuentes esta anécdota, me reiré todas!
Ah que chido que al menos a tí te cause gracia, jajaja. Fue un día muy chistoso. Y lo volvería a hacer :)
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