César y Jorge, en parte de su entrenamiento SWAT, por el rumbo del Desierto de los Leones, hace como 7 años o más. Cabe mencionar que a pesar de ser balas de pintura, duelen hasta el alma. El inútil de Cesarín recibió un balazo en el cachete (el nene no entendió eso de "por nada del mundo se quiten las caretas"), mientras que yo recibí uno en el dedo anular, el cual se inflamó como salchica alemana.
La foto es muuuy mala, pero curiosamente es la única que tomamos :(
1 comentario:
es de la vez q fuimos con los de cinemex??????
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